Dos porteros salvan a sus equipos en una batalla sin goles en Montilivi

Pásalo Puntuación Futmetrix: 13/100. Cuando la defensa y el portero son el arma letal, los goles mueren en el camino: Girona y Espanyol se repartieron los puntos en un duelo donde la intensidad fue inversamente proporcional a los tantos.

Heroísmo bajo los palos en un estadio de fuego

El Equilibrio defensivo reinó en Montilivi. Paulo Gazzaniga realizó cinco paradas de ensueño para mantener a Girona vivo, mientras que Marko Dmitrović bloqueó tres intentos peligrosos de los locales. Ambos porteros ejecutaron una masterclass de reacción que transformó el terreno de juego en un campo de batalla ofensivo donde ninguno logró romper el cerco defensivo.

La Intensidad fue sofocante: 32 disparos totales, apenas 8 entre los tres palos. Espanyol fue más clínico en el área (11 disparos dentro del área contra 7 de Girona), pero la precisión desapareció cuando más importaba. Los 12 córners repartidos entre ambos equipos generaron presión constante, pero ni un solo remate encontró la red.

El rendimiento de Fernando Calero en defensa fue determinante. El central de Espanyol cerró líneas, cortó pases y convirtió cada balón en posesión en un acto de supervivencia. Su calificación de 8.3 reflejó una noche donde el trabajo sucio—no los goles—define el resultado.

Girona dominó la posesión (60%) pero careció de precisión letal. Sus 1.08 de xG sugieren que las ocasiones existieron, pero Gazzaniga y la defensa perico las sofocaron. Espanyol, con apenas el 40% de posesión, fue más peligroso en transiciones, pero Dmitrović no permitió que la desventaja en control se tradujera en goles.