Xhaka Rescata la Racha Invicta del Sunderland, Pero el Daño es Más Profundo

Normal Puntuación Futmetrix: 43/100. Película Regular. Calificación: 43/100. Veinticinco disparos combinados pero entretenimiento vacío—un empate que deja a ambos equipos sintiéndose como si hubieran perdido.

Cuando la Posesión Oculta la Mediocridad

Sunderland dominó el balón con 61% de posesión, pero el contraataque de Everton golpeó primero. En el minuto 15, Iliman Ndiaye aprovechó el espacio y marcó. El gol tempranero debería haber catalizado Intensidad, pero en su lugar desencadenó una primera mitad apagada donde el control de Sunderland se tradujo en pases laterales sin propósito.

El Equilibrio cambió violentamente después del descanso. Un minuto en la segunda mitad, Granit Xhaka remató de cabeza el pase de Édouard Le Fée para empatar. Fue menos un avance y más una obligación. Sunderland está cuarto en la tabla, persiguiendo el fútbol europeo. Everton, decimocuarto, no tiene ese mandato. Esa disparidad en Apuestas definió todo: un equipo desesperado por probar sus credenciales de título, el otro simplemente evitando la zona de descenso.

Lo que siguió fue una galería de tiros disfrazada de fútbol. Sunderland disparó 17 veces; Everton solo ocho. Pero solo cinco intentos pusieron a prueba al portero. Los 25 disparos combinados crearon un falso sentido de drama—volumen sin sustancia. Ningún lado construyó ocasiones claras; en su lugar, confiaron en esfuerzos de larga distancia esperanzados y disparos bloqueados que obstruyeron la hoja de estadísticas sin amenazar el marcador.

El desempeño de Xhaka se destacó: cinco pases clave, posicionamiento constante en transición y el gol crucial con calificación de 9.3. Pero ni siquiera su rendimiento pudo elevar un partido que se sintió simultáneamente frenético y sofocante. Las tarjetas amarillas se acumularon (cinco en total), las faltas se apilaron, y el partido se convirtió en un concurso físico donde ningún lado pudo imponer superioridad táctica.

Para Sunderland, este empate perfora su impulso. Vinieron invictos recientemente (G-G-P-G-E) y se enfrentan a Everton en forma de descenso como favoritos. Irse con un punto cuando había tres disponibles es una oportunidad perdida que podría perseguirlos en mayo. Everton, mientras tanto, escapa con un punto creíble pero sigue a la deriva decimocuarto, su récord de 3-3-4 gritando inconsistencia.

El partido tenía todos los ingredientes para fútbol convincente—dos equipos con ambiciones contrastantes, un cambio de liderazgo temprano, un empate dramático. Sin embargo, la ejecución fue tan desarticulada que el silbido final se sintió como alivio en lugar de resolución. A veces la posesión y el volumen de disparos son arenques rojos. Esta fue una de esas noches.