El Golpe de Chukwueze Casi Tumba al Manchester City

Imperdible Puntuación Futmetrix: 100/100. Imperdible Calificación: 100/100. Nueve goles, dos giros de impulso, y un suplente que casi reescribe el guión—las credenciales de campeón del City se ponen a prueba contra un Fulham que se rehúsa a caer.

Cuando los Cambios Alteran Destinos

Samuel Chukwueze llegó al descanso con Fulham enfrentando un déficit de 4-1. El marcador gritaba capitulación. En su lugar, el extremo nigeriano se convirtió en el arquitecto del caos. Dos goles en seis minutos (72', 78') transformaron un entierro en una resurrección. Cuando sonó el silbato final, la Intensidad había alcanzado su punto máximo—nueve goles en 90 minutos, un bombardeo que expuso las fragilidades defensivas de ambos equipos y su ambición atacante en igual medida.

Manchester City llegó como favorito claro, y durante 48 minutos, lucieron inevitables. Phil Foden (calificación 9.3) orquestó el asalto inicial con precisión quirúrgica, anotando dos veces y creando un Equilibrio sofocante que parecía insuperable. Erling Haaland proporcionó la asistencia para el segundo de Foden e ingenió la construcción que generó el tercero del City a través de Reijnders. Los Citizens lucían como campeones.

Luego Fulham despertó. El gol de E. Smith Rowe en el 45+2'—llegando justo cuando se avecinaba el descanso—cambió los Riesgos psicológicos. Lo que siguió fue una recalibración en la segunda mitad: Iwobi igualó en el 57', Chukwueze golpeó dos veces, y de repente un marcador de 4-1 se había convertido en 4-4. El liderato cambió de manos dos veces. El partido oscilaba entre inevitabilidad e implosión.

El quinto gol del City (la doblete de Foden completada en el 48') resultó decisivo, pero apenas. Un autogol de Berge en el 54' había extendido anteriormente el colchón del City a 5-2, sin embargo la negativa de Fulham a rendirse—impulsada por el remate clínico de Chukwueze—comprimió el margen final a un solo gol. La Intensidad nunca flaqueó: 23 disparos, nueve goles, una ráfaga de goles que abarcó solo ocho minutos (37'-45') que produjo tres finales.

Para City, esta fue una lección magistral en potencia atacante socavada por torpeza defensiva. Para Fulham, luchando contra el descenso en la 15ª posición, esta fue una declaración de que pertenecen a esta conversación—incluso si el marcador finalmente favoreció a los favoritos. La emergencia de Chukwueze desde el banquillo como cambiador de juego (calificación 8.9) perseguirá a los entrenadores defensivos del City e inspirará las esperanzas de supervivencia del Fulham.